MOSCA DEL TORSALO

MOSCA DEL TORSALO


Existe una razón por la cual se inventó el matamoscas: las moscas son una lata. La mosca tórsalo o rezno humano (Dermatobia hominis) no se queda atrás, aunque no es tu típica mosca casera. Se ven y suenan como cualquier otra mosca pero el tórsalo es una especie que produce la miasis (una infección producida por su larva). Eso significa que invaden los tejidos y órganos vivos de los humanos y animales y se introducen en la piel durante su etapa larvaria. Cuando ya son adultos, pueden llegar a crecer al tamaño de una abeja mielera. Orígen La mayoría de los tórsalos viven en Centro y Sur América, pero algunas especies, como el rezno de caballo (Gasterophilus intestinalis) se puede encontrar en todas partes del mundo. Punto de entrada La hembra captura otros insectos como chinches o moscos y adhiere sus huevos en el abdomen del chupasangre. Cuando el insecto hematófago se alimenta, la larva se muda y penetra la piel del huésped del que se alimenta el insecto, muchas veces usando el mismo piquete de mosco como punto de entrada. En el caso de los reznos de caballo, las hembras cargadas suelen poner sus huevos sobre el lomo (área pectoral) y las patas del animal. Cuando el animal se lame o simplemente frota su nariz contra las áreas infestadas, las larvas se transfieren al tracto digestivo. Punto de salida El tórsalo afecta la piel de los humanos y diferentes tipos de animales de ganado, especialmente las vacas. Las infecciones causadas por estas moscas empiezan como un furúnculo que da mucha comezón hasta convertirse en una llaga purulenta, o sea que echa pus, y son muy dolorosas. En cuanto las larvas se introducen en la piel, aunque existen otros remedios y hasta algunos caseros, lo mejor es removerlos quirúrgicamente. Cuando las larvas rojas del rezno de caballo llegan a infiltrarse, migran al estómago y los intestinos, y se aferran a las paredes de los tejidos ancladas con su boca hasta por un año. Cuando están listas para salir, un pequeño furúnculo sale en la piel del animal, pero también durante su migración pueden ocasionar úlceras, cólicos y llagas bucales.